miércoles, 29 de julio de 2015

De números va la cosa

Soy una calculadora, probablemente el objeto más inteligente del planeta. Ya ven que me gusta esto de la probabilidad y las matemáticas, no podía ser para menos. Mi día a día se basa en números, cifras, cáculos de toda clase. Para muchos puede ser algo aburrido pero creanme si les digo que es apasionante.

Las calculadoras de hoy día procedemos del ábaco, ¿recuerdan ese marco de madera con alambres y bolitas en los mismos? Aunque no se lo crean, los ábacos son usados hoy día aún por algunos comerciantes del mundo no desarrollado, pero su uso más extendido tiene carácter educativo y está enfocado a los más pequeños. De alguna manera fácil hay que acercar las matemáticas a los niños, ¿no?

Yo pertenezco a un profesor de colegio y vivo casi de manera permanente en la mesa de un aula, rara vez me mueven de aquí. El maestro es de los buenos, escucha a los alumnos, no solo habla; muchas veces ahí está la diferencia simplemente. Recuerdo a su predecesor, solo sabía gritar a los alumnos y tenía cierta predilección por sacar a la pizarra al género femenino. No hace falta que hable más de aquel apestoso y miserable.

Sin embargo, con Francisco todo es diferente. Se nota en el ambiente que los chavales están atentos y pendientes de sus explicaciones, y no es fácil dada la materia que es...

Creo que la vida de uno de esos libros de texto es bastante más aburrida, de hecho alguna vez les he oído quejarse. Yo no puedo hacer lo mismo. Quizás no tengo la vida más excitante del mundo pero se podría decir que el paso del tiempo es pausado pero elegante y agradable a la par. Creo que siempre me gustó esto de los números, imaginen ustedes si no hubiera sido así, pobre de mí... Pero debo decir que me divierten las idas y venidas numéricas.

No quiero darles mucho la tabarra, ya les dejo tranquilos. Ah, por cierto, si esto les gusta no olviden estudiar a Arquímedes, el tío fue todo un genio. No vemos en otra ocasión, gracias por escucharme.

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