Y aquí estamos los tres, desde el Bastión de los Pescadores podemos ver ahora el gran edificio protagonista de aquella noche justo en frente de nuestra vista, al otro lado del río. La foto que podemos presenciar es la misma que la de aquel papel que él aún guarda en su cartera a modo de recuerdo.

Debo reconocerles que yo estaba más nervioso que él incluso, y eso que tan solo soy el anillo, pequeño e insignificante, pero con un gran papel protagonista en toda esta historia. La chica finalmente ha dicho que sí y, aunque con titubeo por los nervios, he logrado entrar orgullosamente en su dedo para sellar tal compromiso. Es curioso porque siento que este momento lo estamos viviendo los tres, pero obviamente ellos no saben que pienso, siento o padezco.
Se abrazan, acarician, besan... Ella no se lo esperaba y él no la tenía todas consigo, a pesar de que apostaba por el sí en un alto porcentaje. La idea era pedirlo tras la cena y ya de noche, pero hay que ver lo que ha costado que anocheciese, y ni aun así...De todos modos, el momento ha sido mágico y diferente. Apenas llevo viviendo con ellos unos minutos y puedo percibir una energía muy fuerte, potente. Debo decirles que nos hemos cruzado con bastantes parejitas en esta tarde y en ninguna he captado tal fuerza y química como siento en ellos.
Recuerdo en este momento una cita célebre, no me pregunten de quién porque no alcanzo a recordarlo, pero decía así: "Me puede morir un día pero es gracias a tí que voy a vivir para siempre". Ciertamente no encuentro una frase mejor para describir esto que estoy viviendo, seguro que ambos están pensando lo mismo en estos momentos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario