martes, 11 de agosto de 2015

Emoción elevada al máximo

Aún recuerdo aquella noche y se me pone la piel de gallina. Sin duda para mí, y es mi opinión, la velada abrazó la mejor pelea de lucha libre de la historia. Estamos hablando de Wrestlemania XII y el combate entre Shawn Michaels y Bret Hart. De lo que estoy completamente seguro es de que nadie vivió tan intensamente esa noche como yo, por esto pongo la mano en el fuego.

Os está hablando el ring que presenció aquel evento. Han pasado ya 19 años y aún lo recuerdo como si estuviera pasando ahora mismo. Nunca he visto tanta intensidad, espectáculo, potencia y energía junta dentro de mis cuerdas, ¡una auténtica explosión de hostilidad y golpes! Después de aquel combate aún albergué las principales peleas de lucha libre unos años más, hasta que decidieron jubilarme, pero eso es otra historia.

The Heart Break Kid, Michaels, venía de ganar el Royal Rumble del año y llegaba con mucha motivación al combate. Por su parte, The Hitman, Hart, era quien defendía el título y estaba considerado como uno de los más grandes desde hacía años. El estilo de lucha de ambos gladiadores, su prolongada rivalidad y los ataques verbales previos al evento prometían una noche excitante. Cerca de 20.000 personas se habían reunido para presenciar una intensa pelea de 60 minutos, cuyo ganador sería la persona que más veces forzara a rendirse al oponente o que tuviera más descalificación o cuenta por estar fuera del ring. Sin embargo, amigos, el verdadero final distó mucho de esto que os cuento.

He de decir que el combate estuvo bastante igualado. Los mamporros fueron constantes por ambas partes desde el comienzo, los minutos iban pasando y ambos iban dando lo mejor de sí. El objetivo era entretener a un público rabioso de espectáculo y diversión. Los luchadores eran conscientes de ello y dieron la talla al máximo, como no podría ser de otra manera.

Debéis entender que el wrestling lo ha sido todo en mi vida, y he vivido mucho. Al fin y al cabo, como dijo el poeta griego Eurípides, "la vida es lucha". Y ciertamente lo es, he visto muchas peleas sobre mi lona y sé de lo que hablo. Momentos de orgullo cuando algo ha salido bien, breves instantes de tensión previos a un mal golpe que ves venir, devaneos mentales para tomar una decisión u otra, por aquí o por allá... etc. Podría estar horas así. La vida es wrestling compañeros.

Perdonadme, no quería desviarme del tema. Estabamos hablando de Hart y Michaels. Pues bien, llegada casi la hora completa de combate, Hart ejecutó su clásico y tremendo sharpshooter sobre su oponente viéndose a sí mismo como ganador y recibiendo después el cinturón de campeón de manos del árbitro. De manera inesperada, James Marella, Presidente de la WWF en aquel momento, intervino entrando dentro de mí y ordenó que el combate se reanudara y decidiera a muerte súbita.

Apenas unos minutos después, ambos contrincantes se enfrentaron de nuevo. Lo ocurrido después fue muy rápido. Shawn Michaels asestó dos Sweet Chin Music casi seguidos sobre el inmortal Bret Hart dando por finalizado el combate a su favor y proclamándose así vencedor del Iron Man Match del Wrestlemania XII.

Y esa fue su gran noche. Y la mía también.

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