viernes, 3 de agosto de 2018

No quiero existir

Pues qué quieren que les diga, yo me siento un poco como si estuviera en un campo de concentración de los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Las alambradas en aquella época se hacían a mano y servían para impedir la huida de judíos, gitanos, rusos, homosexuales y demás apestados por el régimen supremacista de Hitler.

Ahora está de moda llamarnos concertinas, les diré que somos construidas ya generalmente de manera industrial y nuestro despliegue es mucho más rápido y funcional de lo que era antes. Pero como les digo, yo me siento como mis antecesoras de décadas atrás, una asesina.

Vosotros los humanos tenéis un asunto importante que tratar en relación a los flujos migratorios actuales. Ya ven que no digo "problema migratorio", porque no me parece que debamos llamarlo así. Es muy divertido ver cómo el mundo está globalizado e interconectado a nivel digital y comercial, eso si ¿no? Pero si hablamos de personas y migraciones ya es otra historia. Entonces lo que interesa es cerrar fronteras y ponernos a nosotras en las vallas para frenar a humanos.

Yo concretamente soy una alambrada de pinchos en Ceuta. Y aquí estoy, preparada para amputar miembros y todo lo que se ponga por delante al que intente acercarse. ¿En serio ustedes pagan tanto dinero a los políticos para esto? Claro, es más fácil poner una medida así de infantil (y que conste que ni un niño haría esto), que ponerse a dialogar e idear medidas ingeniosas y positivas para todos. 

Dicen ahora mucho eso de "inminente avalancha de africanos" y "mareas de negros llegando a España". ¿Saben que éstos representan tan solo un 4% de la inmigración en España? Seres humanos a los que su Gobierno de origen no les presenta una calidad de vida mínima para sobrevivir desesperados por tener unas condiciones con las que salir adelante. En paralelo, sepan ustedes, el gobierno español arma los brazos de países como Ghana, Marruecos, Ruanda o Mauritania. Pero sobre eso no se habla tanto.

Sigamos con esta hipocresía, seguro que por muchos años. Yo si pudiera elegir no haber nacido les confieso que no estaría aquí hablando con ustedes. Simplemente no quiero existir, pero aquí me tienen. Gracias por nada estúpidos humanos.

No hay comentarios: