jueves, 9 de agosto de 2018

Maletín de caza de vampiros al habla

Soy un maletín de caza de vampiros del siglo XV. En mi interior albergo tres estacas de madera, una Biblia, un puñal de plata, cinco ajos, una cruz, un frasco con agua bendita y tres botes más con diversas pociones. He sobrevivido a casi seiscientos años de persecuciones vampíricas y quiero seguir pasando de generación en generación como he venido haciendo hasta ahora.

Puedo decir orgulloso que mi primer dueño fue Dimitrije Laxici, el sicario serbio que dio muerte a Mihnea cel Rău, primer hijo de Vlad Drăculea o Vlad III, más conocido como Vlad Tepes o Vlad el Empalador, príncipe de Valaquia en Rumanía en varios periodos del siglo XV y exterminador de varias decenas de miles de personas. Se dice que el escritor Bram Stoker se sirvió de esta figura para crear a Drácula, el vampiro más famoso de todos los tiempos.

Ese fue el principio de una larga serie de asesinatos contra estos temibles e inmundos seres. Pasé cerca de 350 años en territorio rumano debido a la gran expansión de los vampiros en la zona sur, pero más tarde me llevaron a Moldavia, donde viví varias generaciones para acabar en Ucrania, país en el que resido actualmente.

Hoy día cazar vampiros es más complicado que en la antigüedad. Mi nuevo dueño y yo solo salimos de noche y normalmente nos gusta atacar las zonas más rurales y alejadas. Es mejor llevarlo de manera discreta, pues ya conocemos varios casos de cazadores que han acabado en la cárcel.

La hermatodipsia, nombre pseudocientífico que se ha dado a la parafilia que provoca un deseo casi sexual y enfermizo por la sangre, está por todas partes. Créanme, he visto a muchos atacar fieramente al prójimo con tal de nutrirse desesperadamente de ese líquido rojo. Y les puedo asegurar que es muy complicado pararles, yo porque tengo experiencia, pero son muy escurridizos.

Vlad Tepes fue uno de los más populares en la historia. Este hombre acostumbraba también a empalar con estacas finalizadas en pinchos a sus víctimas. Quemó cientos de aldeas y envenenó pozos de agua, entre otras atrocidades.

En 1459 invitó a una cena de Pascua a sus vecinos boyardos. Al acabar el evento mandó empalar a los más viejos, obligando a los jóvenes a construir fortificaciones durante muchos años. De esta manera quiso vengarse de todos ellos por el asesinato de su padre años atrás. A muchos todo esto os recordará a la Boda de Sangre de la serie Juego de Tronos.

Yo seguiré con esta lucha incesante y persistente durante muchos años pasando de cazador en cazador con el único objetivo de protegerles a ustedes de esta viles alimañas y bestias inmundas del demonio.

Les dejo, voy a descansar un rato, esta noche hay cacería.





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